sábado, 9 de mayo de 2015

SELECCIÓN DE POESÍAS DE LA REVISTA “CÍRCULO”, ÚNICO NÚMERO, AÑO 1974.



Esta revista, cuyo primer número fue impreso en 1974 por jóvenes y no tan jóvenes escritores integrantes del taller literario “Federico García Lorca” y auspiciada por la Dirección de Cultura de la municipalidad de Balcarce fue, quizás, uno de los primeros intentos para darle a nuestra ciudad una revista de cultura con identidad propia que tanto necesitaba. Sólo salió un número. El espacio de la página impide colocar a todos los autores y sus trabajos.
Hoy en día, no existe ninguna publicación independiente que agrupe a los escritores balcarceños. A todos. Ni siquiera hay un tibio amague para crearla. Sólo charlas snobistas de café cuyo mayor arte consiste en mirarse los ombligos y “me gustarse” los unos a otros. 
Quien escribe esto cree firmemente que algún día, jóvenes e ilustradas generaciones populares imprimirán una con la suficiente calidad y fuerza como para captar todos los sectores. E irán más allá del “Año 1 Nª 1


Un Pequeño Sueño
Por Gustavo Ciríaco

Estoy sentado frente al mar
Lo miro fijo
Y me dan unas ganas locas de tirarme
nadar y nadar
hasta llegar a otro continente
Conocer y al retirarme
dejar grabado un poema en cada roca o pedazo de tierra.
Que cada árbol cante una canción dulce
y que los hombres se amen.
Estoy sentado frente al mar.

Me doy vuelta
y un mundo de gente discute y se pelea.
Entonces  las ganas  de tirarme desaparecen.
Los poemas se borran.
Los árboles se secan
y   la gente se pone en guerra.

Camino, camino y me pierdo con la soledad.


Puente
Por Jorge Aníbal Dágata

Si puedo iluminar tus laberintos
y tenderte mi mano y mi palabra,
para buscarnos juntos esa puerta
que parece perdida,
puede que en muchas cosas te conozca
y haya en mi vida mucho de tu vida.
Entonces, algo mío ha de quedarte,
y algo tuyo andará siempre conmigo.
Entonces,
más allá de tu ausencia y tu distancia.
en lo que importa, al menos, soy tu amigo.


Niño Primavera
Por Mario Lilio.

Niño que juega, niño que cantas
que miras limpio, dame tu mano,
que así andaremos casi en silencio
por calles lindas, llenas de vida
porque ha llegado la primavera.

Estoy contento por tus diabluras
por esa risa de criatura
sana y alegre, que son señales
de una ternura, que me hace falta
porque es tan pura.

Juguemos, juguemos niño
con tu manita con tu ternura
con tu mirada, con tus diabluras.

Ven, soñemos juntos, que alma con alma
se hacen dibujos da flores blancas.
Y no es quimera niño divino
tu me has traído la primavera.


A Don Pablo
Por Osear Ruis II

¿Dónde escondieron a Pablo?
En qué valle chileno las hierbas
quieren  eternizarlo?
Pablo, hombre
Pablo, niño
Pablo, nombre del canto sencillo
Pablo, padre
de los poetas americanos
tu le cantaste a la tierra,
a los mineros, tus hermanos.
Chile todo es tu poesía
y el viento dice haberte llevado
entre pájaros y flores
a lo eterno, lo lejano.
Las piedras gritan tu nombre
y el cielo es un retrato
azul tus ojos, nubes tus manos.
La costa de tu tierra
te mece en sus orillas
y tus visitas esporádicas
de la mano de la marea infinita
son para dejar tu esencia
de poeta
en las orillas.
No te digo adiós, Pablo
porque estás con  nosotros
tu nombre salta la cordillera
mi poesía es tu patria
Y mi corazón tu horizonte.


Me Enseñaste
Por Nelly Basterrechea

Solo yo camino pensativa,
caminos tan míos y lejanos
casas rotas, paredes despintadas
 ventanas y las puertas bien cerradas.

Silba el viento sus tristezas suplicando.
La lluvia me golpea muy despacio.
Sigo caminando tan tranquila,
en los ojos de un niño estoy pensando.

Mi cara mojada y sin muecas,
disimula muy bien el sufrimiento.
Los charcos que yo esquivo uno a uno,
como a los rostros en mi pensamiento.

Rostros tristes, alegres y confusos
que me piden ayuda, comprensión,
 me suplican, amor también ternura
a sus problemas quieren solución.

Ayúdame Dios mío a ser fuerte,
a seguir con amor este sendero,
de perdón, de paciencia y de valientes
Trabajar en tu obra es lo que quiero.

La lluvia se ha calmado...
Su recuerdo en las calles se quedó.
 Las cosas distintas yo las veo,
empiezo a mirarlas con amor.

Me hablaste con ternura y cariño,
me enseñaste la manera de vivir.
A estar segura de mis propios actos,
 a llorar, a luchar y a ser feliz.


Soneto de Sueños
Por Jorge E. Fulkes

Estoy buscando un largo sendero
que me lleve sin pensar a donde ir,
tal vez me conduzca a un gran lago
tal vez finalice en un mar sin fin.

Hace mucho que en vano lo busco,
¿camino del tiempo, dónde estarás?
Incansable en buscar es mi paso
y sé que algún día te he de hallar.

Y entonces seremos compañeros:
compartiremos distancias, paisajes,
cansancio, tropiezos, altos soledad...

Si llego a las aguas de ensueño
con mi barca me iré a navegar,
y mis deseos, serán la realidad.


Dolor de un volcán
Por Teresa E. Carracedo

Se ha abierto en erupción
un volcán estremecido
moviendo la tierra fría
rompiendo en fuerte grito.
Abre su llanto en piedras
y su sangre en lava ardiente
que corre  por las quebradas
arrasando hasta su vientre
Llamas de fuego rojo
deja escapar ya su boca
que sus labios encendidos
queman  la triste grieta.
Llora porque el destino
fue abrir una vena,
venas de fuego y lava
quemando su pobre pena.
Pena que más, no es nada,
nada de dolor, sí muerte,
muerte que lleva dentro,
dentro de su triste celda.


SOMBRA
Por Rubens E. Boverío

Vuelves imagen
y volverás.
No podré detenerte.
Hasta cuándo?

Cruzaste como una sombra
frente a la sonrisa de la niña
montada en e! caballito mecánico.
Tus pantalones de clown
tus labios entreabiertos
por una sinusitis prematura
entraron corriendo
hasta el fondo del pequeño parque
allí donde cada tiro
cerraba por un instante
tus ojos asombrados.

Sombra,
tus manos teñidas de pomada
tenían tanto derecho
como esas otras manos limpias.
Pero no lo pudiste hacer.
Como se lleva un tacho de residuos
sombra,
te sacaron a la calle.
Si yo contara que oí decir
arre! Arre!
quizás no me crean.
Quizás digan
que exagero.

Me convertí en la sombra de tu sombra.
Entramos ¡untos a un café
yo me senté
y a ti te detuvo un saco blanco.
No se reconoció
en el cajón que llevabas
bajo el brazo,
sombra,
Por eso vuelves imagen
y volverás.
No podré detenerte.
Hasta cuándo?